2022 Recap. Predicciones & tendencias 2023.
Todo año ofrece enseñanzas y anticipa cambios. El pasado 2022 no es la excepción a la regla. Mucho ha pasado en el mundo de las inversiones, más de un inversor se ha dado un buen golpe, mucho de lo que creíamos firme ha demostrado no serlo tanto. Algunos sucesos fuera de todo cálculo y control han contribuido, pero eso no es una excusa.
Para empezar veamos algunas de las lecciones que tenemos que tomar:
A veces las cosas brillan más de lo que valen, aunque tengan mucho valor
Es posible que el mayor impacto para el ecosistema emprendedor esté relacionado con la caída de las acciones de las empresas tecnológicas.
Ciertamente, la guerra en Ucrania no ha ayudado y la Reserva Federal aumentando los intereses ha sido el golpe casi definitivo.
Sin embargo, muchos analistas habían advertido que estábamos ante una burbuja, que muchas empresas en verdad no valían lo que se estaba pagando por ellas.
Tesla llegó a valer más que la suma de un gran número de sus competidoras. Pero no generaba esa proporción de ingresos.
Correr puede ser peligroso si no sabes a dónde vas
El foco de las empresas estaba en crecer a cualquier precio. La necesidad de conseguir personal, especialmente el calificado, era enorme.
Algunos, como Amazon, lo hicieron por una demanda real, aunque en cierta medida contingente. La pandemia impulsó enormemente a los retailers.
Otros se apuraron a ser los primeros en llegar. Aún cuando el sitio al que estaban yendo podía no estar allí. Es lo que parece le está ocurriendo a Meta. Miles de millones gastados en el metaverso, que bien puede ser la próxima gran plataforma, pero quizás no todavía, o quizás no como Meta se imagina.
En algunos casos el periodo de crecimiento sin freno terminará siendo beneficioso. A pesar del trauma que implica súbitamente pasar a una etapa enfocada en alcanzar el break even.
Los malos ejemplos se imponen
Las malas prácticas tienen sus consecuencias. Basta con ver lo ocurrido con una parte del universo crypto. El descuido, la irresponsabilidad, la falta de mecanismos de control y los esquemas fraudulentos se han convertido para muchos en sinónimos del sector.
Poco importan los proyectos manejados con buen criterio. Las industrias son juzgadas por sus peores exponentes. Ayudaría, sin embargo, que los profesionales del sector y la prensa, tuvieran más cuidado a la hora de otorgarle a nombrar gurúes solo en base al éxito obtenido.
Tal vez la fruta no podrida no arruina al resto, pero hace que todo el cajón se vea mal.
Predicciones
Ahora nos toca hacer algunas predicciones. He estado leyendo lo que algunos analistas y ejecutivos esperan de 2023. Las predicciones son un asunto peligroso, porque los escenarios no son estáticos. También hay que tener en cuenta que a veces las personas ponen en sus análisis reflexiones que en parte son una expresión de deseos. Voy a intentar evitar eso, aunque al final solo puedo ofrecer mi opinión personal.
Parece inevitable: recesión
Las esperanzas de muchos analistas están puestas en que, una vez que los países se acomoden, los bancos centrales reduzcan las tasas de interés. Aún en este escenario tendremos que enfrentarnos a un periodo de recesión.
Las startups la van a pasar peor
Es muy probable que las empresas tecnológicas recuperen una parte importante de su valor. Una vez que hayamos dejado atrás el drama y el miedo de los últimos meses de 2022.
Para las startups va a ser algo más complicado. Google, Meta y Apple ganan menos dinero que antes. Eso es malo. Pero tienen un flujo positivo. Las empresas medianas y pequeñas enfrentan ahora un mundo en el que la tolerancia a los números rojos es mucho menor.
Aparecerá otra mentalidad, otra fuerza
El rigor de 2023 posiblemente genere fundadores con otra mentalidad: más cuidadosos, estratégicos y fuertes. También hará que sus habilidades para la resolución de problemas se vuelvan aún más importantes.
Menos dinero, más concentrado
Como suele ocurrir durante los periodos de crisis, las empresas más sólidas se verán beneficiadas. El dinero se concentra para minimizar los riesgos.
Y aún así las cantidades invertidas serán menores.
Con el tiempo volveremos a la normalidad. Pero la normalidad no será el tiempo de la pandemia. No será un período de dinero barato. Posiblemente será un estado intermedio. Coincido con la opinión popular de que la pandemia alteró la realidad de una manera aún más fuerte de la que se esperaba. Incluso más de lo que pudimos apreciar.
El dinero barato fue una linda experiencia, pero también un acontecimiento excepcional.
Menos dinero, mejor enfocado
Cuando FTX cayó en desgracia muchas personas se preguntaron qué había pasado con el concepto de Due Diligence. Los momentos de crisis a veces sirven para separar la paja del trigo. Los inversores serán mucho más serios con sus análisis, durante 2023 será más difícil seducirlos simplemente con promesas a futuro. El valor real y una organización sólida serán fundamentales.
Creo que todo esto suena a como deberían ser las reglas del ecosistema. A largo plazo, me parece que una mayor rigurosidad va a beneficiar al mundo emprendedor.