¿Cuántos de nosotros conocemos a un deshollinador? ¿Cuántos de nosotros tenemos a un amigo que maneja un tranvía? ¿Alguna vez compraste hielo de un camión repartidor?
Muchas profesiones se han ido perdiendo con el tiempo. En gran medida esto ocurre por avances tecnológicos y cambios sociales. Dado que ya no utilizamos chimeneas como medios para calentar los hogares ya no es necesario alguien que las limpie. Lo mismo sucede con la compra de hielo, ahora tenemos heladeras. El tranvía ha quedado en desuso con la evolución de los medios de transporte en las ciudades. Aunque hay algunos países en los que todavía se usan.
Pero también hay profesiones que se han mantenido en el tiempo pero han cambiado significativamente. Las habilidades necesarias para desempeñarse en ellas no son las mismas.
En una época los periodistas debían aprender taquigrafía para poder registrar la mayor cantidad de información posible en sus cuadernos de notas. Actualmente pueden grabar las conversaciones y desgrabarlas después en cuanto se sientan frente a sus computadoras.
Las herramientas de los diseñadores gráficos han cambiado radicalmente, se han digitalizado por completo.
El caso Adobe Flash
Por lo general, estos cambios en las destrezas que exige un trabajo, ocurren de forma paulatina. La adopción de una nueva tecnología o técnica no se realiza de la noche a la mañana. Pero a medida que se acelera el cambio tecnológico también la adopción de los nuevos medios.
Los periodos en los que una tecnología impacta en una profesión son muy interesantes porque los profesionales reaccionan de diferentes maneras.
En un estudio de 2020, John Horton y Prasanna Tambe analizan lo ocurrido luego de que Apple decidiera en 2010 no darle más soporte a Adobe Flash.
En el documento se detalla que como consecuencia el uso de esta opción cayó significativamente. Pero curiosamente los pagos realizados a quienes trabajaban con esta alternativa no se redujeron.
Muchos profesionales establecidos cambiaron a otras alternativas. Algunos que recién ingresaban al mercado evitaron dedicarse a esta habilidad. Solo quedaron los especialistas que por decisión o falta de otras opciones se mantuvieron enfocados en tal recurso.
Como consecuencia la caída de la demanda se compensó con una caída de la oferta. Sin embargo, notan los autores, los trabajadores mayores experimentaron una pequeña caída en sus ingresos al tiempo que los más jóvenes conseguían un ligero aumento. En parte porque los más jóvenes exigieron beneficios adicionales al trabajar con Flash.
El fin de una tecnología
Cabe señalar que en el caso de Flash el cambio no se dio por una cuestión tecnológica en sí. Pero dada la importancia de Apple y luego la llegada de HTML5 en 2014 estaba claro que la opción tenía los días contados.
En 2021 se dio fin al desarrollo del programa.
El nacimiento de una tecnología
Hace poco OpenAI publicó una lista con los trabajos que más serían afectados por las posibilidades de automatización que brindaba ChatGPT.
Entre ellas aparecían: los interpretes y traductores, los encuestadores, los escritores y autores, los matemáticos, los especialistas en impuestos, los analistas financieros, los ingenieros blockchain, los periodistas, los auditores y los administrativos.
Un 19% de todos los trabajadores a nivel mundial podrían encontrar que un 50% de sus tareas serán afectadas por esta nueva ola de automatización.
Sabemos que las profesiones sufrirán el impacto del desarrollo de las IA. Lo que nos queda por ver es como. Lo más probable es que la situación sea diferente de un área a otra.
Cada profesión es un caso particular
En el caso de los periodistas los modelos de lenguaje podrían ser asistentes capaces de preparar párrafos, recuadros o elementos adicionales para un texto creado mayormente por el ser humano. En este sentido no sería tan diferente a la grabación, que es un proceso de automatización en el tomado de notas. Incluso podemos señalar que el manejo de los modelos de lenguaje se convertirá con el tiempo en una nueva habilidad necesaria para la profesión.
Cabe señalar que ya hay medios que han publicado artículos enteramente creados por una IA. Pero por lo pronto no ha pasado de un experimento.
Para algunas tareas administrativas me parece que las IA en realidad solo dan continuidad a un proceso que comenzó hace tiempo. Todos los sitios web del estado que te permiten realizar procedimientos para los que antes tenías que hablar con un empleado son parte de este cambio.
Este es un escenario similar al del agro. Hace unos siglos la gran mayoría de la población mundial se dedicaba a la agricultura, ahora solo una parte reducida produce los alimentos. Detrás hay un gran nivel de tecnología y automatización.
Es probable que esta situación se produzca en varias actividades, pero nunca de forma súbita. Algo más extraño sería que una de estas profesiones termine como el deshollinador.
Pero puede ocurrir.
Un periodo de ajuste
Es probable que los próximos años sean de ajuste al cambio. Con profesionales moviéndose de tareas y especialidades que son más afectadas por la automatización a aquellas que sufren menos el impacto. Algunos especialistas podrían beneficiarse por una reducción en la oferta en esas áreas.
Cada quien tendrá que ver desde que punto puede agregar valor. Si todavía puede hacerlo.
A largo plazo lo más probable es que ocurra lo que ya ha pasado antes: aparecerán nuevas profesiones para reemplazar a las viejas. A nivel económico este es un cuento viejo. Sabemos como termina. El miedo y el rechazo a la automatización no es algo nuevo.
Que es lo que queremos
Creo que nos quedan dos preguntas. La primera de ellas es ¿Queremos dejarle esta tarea a las máquinas? Y no lo digo por temor a una rebelión de robots, sino por el simple hecho de que muchas cosas que hacemos nos dan satisfacción personal.
El caso más emblemático es el de los artistas, en particular los ilustradores. Los modelos del tipo Midjourney o Dalle-E pueden producir imágenes fantásticas, aunque todavía con muchas rarezas e imperfecciones. Pero es posible imaginar un futuro en el que logren los mismo resultados que los artistas humanos. Si los resultados son iguales entonces la pregunta será si existe alguna razón para encargar el trabajo a un ser humano.
Voy a dejar de lado cuestiones tales como el modo en que se elaboran las imágenes. Como se arman las bases de datos con trabajo de seres humanos y se produce por interpolación una imagen como resultado. Hay cuestiones técnicas, legales y filosóficas sobre la autoría que son arduas.
¿Queremos que las IA se hagan cargo de esa tarea?
Cabe recordar que nada nos impide seguir creando por el gusto de crear. De hecho durante gran parte de la historia de la humanidad los artistas pagos han sido una muy pequeña minoría.
Las IA no nos van a quitar el arte. ¿Pueden quitarnos el arte como profesión?
Y dejo ahora la segunda gran pregunta. El cambio es inevitable ¿Podemos dirigir el cambio?
Hola Elian! He visto que también hablas de criptomonedas. Sería genial que me añadieses a la sección de "Recomendaciones" de Substack ¿Podrías dedicar 5 minutos a leer la mía a ver si te interesa esa recomendación? Si quieres podemos hablar por Twitter (@AlexPaz0X) o por Telegram si te es más cómodo (@alexpaz96) ¡Gracias de antemano por tu tiempo!