¿Estamos cerca de un unicornio de una solo persona?
El futuro, las IA y la idea de un solopreneur alcanzando los U$S 1.000.000.000.- con su proyecto.
Es probable que la inteligencia artificial sea la tecnología más disruptiva de los últimos años. Aunque como suele suceder a menudo vemos apenas la punta del iceberg, todo gran cambio necesita primero que se establezcan ciertas condiciones básicas.
En el caso de Internet, los primeros desarrollos se realizaron en la década del 70, pero solo más tarde con la popularización de las computadoras portátiles y la mejora en las telecomunicaciones comenzó a generar un gran impacto. Desde entonces se han sumado muchos adelantos hasta crear lo que hoy en día nos parece cotidiano, pero ha cambiado el mundo.
Algunos expertos como Yann André LeCun sostienen que una gran parte de las técnicas empleadas en el desarrollo de las inteligencias artificiales ya existían a mediados del siglo XX. El gran cambio se ha dado en la capacidad de procesamiento y la cantidad de información disponible y empleada.
Sin embargo, es posible que ChatGPT sea recordado como un proyecto bisagra en esta nueva etapa de las IA.
Lo que quiero decir es que en gran medida el cambio que están produciendo las IA se ha estado gestando desde hace mucho tiempo.
Disrupción, revolución y negocios
A la luz de la nueva tecnología han surgido una gran cantidad de emprendimientos. Porque es un campo todavía relativamente nuevo con un mercado potencial enorme. En algunos casos las IA ya son una realidad de gran impacto. Lo que está ocurriendo en la investigación científica y la medicina es asombroso.
Pero el gran negocio al que aspiran muchos es el de llevar esta alternativa al público en general, con una gran cantidad de servicios. No solo hay modelos para realizar búsquedas, crear textos o producir imágenes. También están apareciendo alternativas específicas para ciertas herramientas. Microsoft ha señalado que su objetivo es que cada programa de su suite de oficina tenga una IA.
Los cambios disruptivos siempre traen grandes oportunidades. Sobre todo en los ámbitos donde el conocimiento es el principal capital.
Las nuevas empresas y el talento
Crear una empresa que fabrique acero es bastante complicado. Se necesita mucha infraestructura, logística, personal y una inversión bastante elevada. En comparación, empresas tecnológicas como Google o Apple han surgido gracias al conocimiento y entusiasmo de unos pocos. Aún cuando en algún punto hayan necesitado un respaldo financiero mayor.
Lo dicho supone que la tecnología en ciertas industrias tiene un efecto multiplicador que permite que desde comienzos relativamente más humildes se alcancen metas más elevadas.
Es importante notar que aún en estos casos el objetivo siempre ha sido contratar más profesionales para tener una mayor cantidad de talento disponible. El equipo es uno de los factores claves en los que se fijan los inversores para tomar sus decisiones, para algunos es el factor principal. Y vamos a volver a este punto luego.
No es necesario tener cientos de empleados, pero si tener los suficientes para cubrir todas las necesidades básica y estratégicas de la empresa.
Pero la era de las IA ha llegado y debemos preguntarnos si la situación ha cambiado una vez más.
Hace unas semanas le preguntaron a Sam Altman si le parecía posible que algún día aparezca un unicornio de una sola persona. El CEO de OpenAI señaló que a menudo se pregunta cuando aparecerá el primer fundador con una empresa que alcance dicho valor sin haber contratado a una sola persona.
Esta situación, aclara, hubiera sido inimaginable sin las IA.
Otra forma de ser y crecer
Más allá de este ejemplo extremo, existe la posibilidad de que las startups de la era de las IA sean mucho más pequeñas y tengan un crecimiento que no necesariamente se acompañe con un aumento del personal.
Reconozco que en este punto parece que estamos ante un futuro distópico en el que las personas han dejado de ser necesarias. Pero quizás es un paso más en un continuo proceso de automatización que también ha liberado a muchas personas para realizar trabajos que en otra época no existían. En general, han sido mejores trabajos.
También podemos pensar que las IA harán viables a muchos proyectos y startups que de otra manera no lograrían sostenerse económicamente. Los emprendedores podrían paliar la falta de conocimiento en algún área con la ayuda de un asistente digital.
A medida
La impresión que muchos tienen es que la tecnología ya ha llegado al punto de ofrecer el nivel de inteligencia y automatización para que el unicornio de una sola persona sea una realidad. Simplemente tiene que llegar esa persona capaz de aprovecharla. En eso no solo entra en juego el conocimiento, también el carácter.
En lo que se refiere a la tecnología hay dos factores que fortalecen el vaticinio.
Por un lado esta el hecho de que ya existen varias startups que ofrecen herramientas de IA destinadas a diferentes tareas dentro de un negocio. Algunas áreas son más fáciles de automatizar que otras, porque pueden generalizarse más fácilmente. Hace un tiempo OpenAI publicó un informe que consideraba el grado de exposición que tenían diferentes áreas profesionales a los LLM.
El otro factor que cabe destacar es la adopción por parte de varias compañías de los sistemas de código abierto para sus desarrollos en IA. Esto no solo potencia el trabajo, sino que también podría facilitar enormemente el surgimiento de opciones especializadas y de acceso público.
Es posible argumentar que la diferencia es solo una cuestión de grado. Que muchas empresas, y personas, acceden a muchos servicios que hoy en día están automatizados a un gran nivel y en otra época hubieran exigido personal. Esto se aplica tanto a las comunicaciones como el pago de impuestos y la realización de trámites.
En cierta manera este es un camino, como tantos otros, que hemos empezado a recorrer hace tiempo y solo ahora nos sorprendemos de donde hemos llegado.
El único
La pregunta que queda pendiente es, si todo se puede automatizar, qué perfil tendrá el único emprendedor. ¿Quién es más difícil de reemplazar, Jobs o Wozniak? Una cuestión técnica podría apuntar al segundo, pero si hablamos no solo de ser bueno para vender un producto, sino también llevar adelante una visión y una estrategia, entonces Jobs parece irreemplazable. Quizás este sería uno de los casos en los que no es posible llegar a un solo fundador.
Esto supone otra pregunta, ¿los unicornios de un solo fundador serían empresas donde el capital humano es menos importante, o donde aparece una figura casi renacentista capaz de hacer la diferencia en varias áreas?
Lo ocurrido cuando Sam Altman casi quedó afuera de OpenAI es ilustrativo del valor del capital humano. El gran temor de Microsoft, socia mayoritaria, fue que los profesionales más capacitados abandonaran el proyecto. Las IA son el resultado, pero la diferencia entre lo que están produciendo las distintas desarrolladoras se basa, más allá de la infraestructura y la capacidad de inversión, en el talento de sus empleados.
Diferentes empresas y la tercerización
Obviamente no todas las empresas e industrias son iguales. ¿Que tipo de empresa podría ser un unicornio de una sola persona?
De seguro las de servicios digitales están en la primera línea. Las que necesitan trabajo manual deben excluirse. Pero ¿por cuanto tiempo? ¿Cuanto habrá que esperar hasta que aparezca una startup con una flota de robots brindando un servicio o fabricando productos? Nada de esto es ciencia ficción. Las automotrices están altamente automatizadas, Amazon ya tiene sistemas de distribución con drones. La producción de robots humanoides económicos y a gran escala está en marcha.
Un punto a tener en cuenta es que una empresa puede tener un solo emprendedor, pero eso no implica que todas las tareas estén a cargo de una IA o un robot. Muchos aspectos de la empresa podrían tercerizarse y ser realizados por personas, quienes técnicamente no son empleados.
Sería menos fantástico, pero también la opción más probable.
Un desafío
Los inversores tendrán que ser aún más precisos y técnicos al evaluar las empresas. Conocer al equipo siempre ha sido una forma bastante efectiva de entender las posibilidades de éxito de un proyecto. Pero, si el equipo es de una sola persona, hay menos factor humano que evaluar. Y si el acceso a las IA se generaliza entonces esa única persona, ese único emprendedor, será casi todo lo que haga la diferencia.
Uno de los principales peligros es que es más fácil juzgar mal a una sola persona que a un grupo.