¿Existe una edad para emprender?
¿Es un mito el joven que deja la universidad para emprender y es exitoso?
Estamos acostumbrados a pensar que las grandes compañías están dirigidas por personas con muchos años en la industria y las nuevas empresas por jóvenes entusiastas. Esta idea tiene muchos argumentos lógicos. Los jóvenes tienen mayor contacto con las nuevas tecnologías, no están acostumbrados a las formas tradicionales de hacer las cosas, pueden jugarse su futuro como fundadores porque si las cosas salen mal tienen menos que perder y mucho tiempo para recuperarse.
Es importante notar que además de los argumentos señalados existen casos famosos que sostienen la idea de que los grandes emprendedores son jóvenes. Aquí podemos incluir a algunos de los primeros años de la industria tecnológica, tales como Bill Gates y Steve Jobs. Otro ejemplo es Mark Zuckerberg durante la era de las redes sociales.
Los ganadores de los premios a grandes figuras de la industria tecnológica siempre rondaron los 29, 30 años.
Para Silicon Valley durante mucho tiempo la imagen de la innovación fue un grupo de veinteañeros creando la próxima “gran cosa” en el garaje de la casa de uno de sus padres.
Sin embargo, un estudio de Harvard Business Review de 2018 demuestra que esta imagen no es tan certera como creemos.
En los 40
Los investigadores de Harvard descubrieron que la edad promedio de los fundadores al crear sus compañías era de 42 años. Aunque una gran mayoría de las empresas creadas eran pequeños negocios sin perspectivas de gran crecimiento.
Pero los resultados en el caso de las empresas tecnológicas eran similares.
La industria
Un dato muy interesante es que el promedio de edad es diferente según la industria. Para las empresas de software nos situamos en los 40 años, pero para las de biotecnología el promedio es de 47.
Una parte de la explicación se debe a una cuestión de formación.
El éxito y la experiencia
El estudio también reveló que el 0,1% de las empresas, las más exitosas de todas, tenían fundadores con un promedio de edad de 45 años. Cuando se compararon las poblaciones más jóvenes y más maduras, el segundo grupo se muestra como el más exitoso.
La edad parece ser un factor a favor, aunque alcanza los mejores niveles en los últimos años de los 50.
Asociado a todos estos datos parece estar el nivel de experiencia de los fundadores.
Edad e innovación
El dicho afirma que es difícil enseñarle nuevos trucos a un perro viejo.
Sin embargo el estudio de HBR apunta que algunos de los productos más innovadores de las compañías más exitosas han salido al mercado cuando sus fundadores, todavía al mando, tenían más de 40 o 50 años.
Podríamos decir que esas innovaciones no nacen de un rapto de iluminación del fundador, sino del trabajo de los equipos y los profesionales de la empresa. Es cierto, pero los directores siguen siendo los que establecen el rumbo, la estrategia de la organización. Y la evidencia no muestra que ejecutivos más jóvenes produzcan un ambiente más innovador.
Lo que si suele suceder es que a medida que las empresas envejecen, sus organizaciones tienden a desfavorecer el riesgo y la innovación. Pero aún esta tendencia está lejos de ser inevitable.
Experiencia, juventud y espíritu
Una primera conclusión es que la experiencia es un factor importante para el éxito. No solo la experiencia en una industria, sino la que te da la vida. Hay muchas decisiones que requieren madurez emocional.
¿Pueden las ideas de las personas envejecer? ¿Pueden volverse más conservadoras, menos agudas y capaces de causar impacto?
Sí, puede ocurrir. Pero lo interesante es que no se trata de una línea de tiempo sencilla en la que luego de un tiempo nos volvemos anticuados y ya no tenemos nada para dar. Muchos grandes empresarios han tenido grandes fracasos en el medio de grandes éxitos. En ocasiones el mundo cambia, los negocios dejan de funcionar como estábamos acostumbrados y tardamos en adaptarnos o no anticipamos el cambio como deberíamos haber hecho.
Ocurre algo similar a lo que le sucede a los técnicos de futbol. Encuentran un sistema de juego, salen campeones. Los rivales estudian sus estrategias y las vuelven ineficaces. Los técnicos hace una campaña espantosa, los echan. Van a otro país, tomán un equipo de mitad de table y salen campeones. Esta vez con otras ideas.
Las personas también se reinventan. Uno de los grandes motores de este tipo de cambio es el fracaso.
Invertir en los jóvenes
El estudio marca como curioso el hecho de que a pesar de que la juventud no aparezca como un factor de éxito muchas firmas de Venture Capital prefieren apostar por los fundadores más jóvenes. Dos factores han sido señalados como posibles causantes de esta actitud:
Cierto prejuicio, una idea incorrecta sobre las capacidades de las personas.
Una menor capacidad de negociación de los fundadores jóvenes.
Básicamente, se pueden obtener mejores tratos a con emprendedores más jóvenes.
Es muy probable que en el fondo esté esta idea de que si alguien no logró algo a los 20, entonces eso implica que no tiene la capacidad para hacerlo en los 40. Tal prejuicio me parece negativo. Pero hay otro aspecto que me molesta un poco más. Es la idea que a veces nos hacemos de que ya estamos viejos para algunas cosas.
Muchas personas de mediana edad están convencidas de que la edad para emprender ya pasó.
Y lo cierto es que la realidad es otra.